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Odontología Biológica en Alcalá: transforma tu salud desde la boca   

¿Qué es la odontología biológica y por qué está revolucionando la salud integral?

La odontología biológica (también conocida como odontología integrativa) es una disciplina que trata los problemas bucodentales desde una perspectiva holística, considerando a la persona como un todo, y teniendo en cuenta la interconexión entre la boca y el cuerpo. No se limita a “arreglar dientes”, sino que estudia cómo la salud oral influye en aspectos clave como el sueño, el sistema inmunológico, la postura, la respiración e incluso el desarrollo cerebral, algo especialmente importante en el caso de los niños.

En la Clínica San Isidro en Alcalá, trabajamos desde este enfoque, alineando técnicas y aparatología moderna con fundamentos de la medicina integrativa, la dentosofía y disciplinas como la rehabilitación neuro-oclusal (RNO), ya que aplicamos protocolos personalizados basados en ciencia, pero respetuosos con la biología y el ritmo natural del cuerpo y del desarrollo de los niños.

¿Por qué es importante el enfoque biológico en odontología?

Tradicionalmente, la odontología ha abordado la boca como un sistema aislado. Sin embargo, múltiples estudios científicos han demostrado que la boca es una puerta de entrada a la salud sistémica y es la raíz de enfermedades y males que pueden ir apareciendo en otras partes del cuerpo. Por ejemplo:

— Infecciones dentales crónicas pueden estar relacionadas con problemas cardiovasculares. Las infecciones de encías, especialmente la periodontitis, se han asociado con un mayor riesgo de Alzheimer y un deterioro cognitivo más rápido
– Una mala mordida puede alterar la postura y provocar dolores musculares o cefaleas.
– Las interferencias orales afectan la respiración nasal, el sueño y el rendimiento cognitivo e incluso puede generar síntomas que se pueden confundir con el TDAH en niños.

Según el IAOMT (International Academy of Oral Medicine and Toxicology), “la odontología biológica reconoce que los tratamientos orales pueden tener implicaciones en la salud global del paciente y debe priorizar enfoques no invasivos y compatibles con el cuerpo humano”.

Odontología biológica vs odontología tradicional: ¿cuáles son las diferencias?

Aunque ambas ramas comparten un mismo objetivo —cuidar la salud bucodental del paciente—, la odontología biológica va más allá del tratamiento de los síntomas visibles. Busca comprender cómo la boca se relaciona con el resto del cuerpo, cómo los materiales y procedimientos influyen en el equilibrio general del organismo y cómo las emociones y los hábitos pueden afectar la salud oral.

A continuación, te explicamos las principales diferencias entre la odontología tradicional y la odontología biológica o integrativa, desde su enfoque hasta los materiales y la visión del paciente.

Enfoque: mecánico vs global

La odontología tradicional se centra principalmente en la pieza dental afectada: una caries, una fractura, una infección… El objetivo suele ser reparar el daño local mediante procedimientos mecánicos o restauradores.

En cambio, la odontología biológica adopta una visión global y sistémica. Considera que los dientes están interconectados con el resto del cuerpo como un todo. Por eso, un problema en una muela puede estar relacionado con una alteración en otro órgano o con un desequilibrio emocional. El tratamiento, por tanto, busca restaurar la armonía del conjunto, no solo reparar el daño visible.

Materiales: biocompatibilidad y salud celular

Mientras que en la odontología tradicional se siguen utilizando materiales potencialmente tóxicos o metálicos —como amalgamas con mercurio o ciertos composites con disruptores endocrinos—, la odontología biológica da prioridad a los materiales biocompatibles y libres de metales pesados o sustancias tóxicas.

Esto incluye cerámicas puras, resinas sin bisfenoles, composites naturales y materiales testados para minimizar reacciones inmunológicas o inflamatorias. El objetivo es que cada restauración o prótesis que respeten el equilibrio del cuerpo, evitando interferencias en el sistema inmune o reacciones de intolerancia a largo plazo.

Diagnóstico: más allá de lo visible

La odontología convencional se apoya fundamentalmente en pruebas clínicas y radiográficas para diagnosticar lesiones dentales o alteraciones estructurales.

Por su parte, la odontología biológica amplía el diagnóstico con una mirada analítica, emocional y postural. Además de las pruebas habituales, se consideran aspectos como:

  • La posición mandibular y su relación con la postura corporal.
  • El estado emocional del paciente y su influencia en el sistema nervioso y muscular.
  • Los hábitos de sueño, respiración y alimentación.
  • Las interferencias dentales (como metales o cicatrices orales) que pueden afectar al sistema neurológico del organismo.

De este modo, el diagnóstico no se limita a detectar un problema físico, sino a identificar su origen y las causas subyacentes.

Técnicas: invasivas vs conservadoras y regenerativas

En la odontología tradicional, el abordaje de los problemas dentales suelen incluir procedimientos invasivos como endodoncias, extracciones o el uso de prótesis metálicas. Aunque efectivos en el corto plazo, estos tratamientos pueden alterar la estructura natural del diente o generar interferencias bioeléctricas en el organismo.

La odontología biológica, en cambio, apuesta por técnicas conservadoras y regenerativas. Busca mantener la vitalidad del diente siempre que sea posible y estimular los procesos naturales de reparación del cuerpo. Entre sus estrategias se incluyen:

  • Limpiezas profundas.
  • Protocolos de desintoxicación antes y después de los tratamientos.
  • Terapias regenerativas como ozono o laser de diodo siempre con biomateriales biocompatibles.
  • Enfoques menos agresivos para tratar infecciones, favoreciendo la autocuración del tejido.
  • RMR ( Rehabilitación Masticatoria Respiratoria)

Es importante destacar que no está reñida con la odontología tradicional, y que en ningún caso pone en riesgo a l paciente, simplemente es un ir más allá y tener una mirada del paciente más en conjunto. 

El resultado es una odontología más respetuosa con la biología del paciente y orientada a la prevención, no solo a la reparación.

La persona como un todo

Quizás la diferencia más profunda entre ambos enfoques radica en la forma de entender al paciente.
La odontología tradicional lo observa como un conjunto de piezas dentales que deben mantenerse sanas y funcionales.

En cambio, la odontología biológica lo ve como un ser integral , donde la boca refleja el estado general de salud. Cada tratamiento se personaliza considerando la historia vital del paciente, su entorno, su alimentación y su estado emocional.

Así, la consulta se convierte en un espacio de acompañamiento y prevención, no solo de intervención.

¿Qué técnicas utiliza la odontología biológica?

La odontología biológica e integrativa integra distintas herramientas diagnósticas y terapéuticas:

– Radiografías digitales de baja radiación.
– Test de biocompatibilidad de materiales dentales.
– Eliminación segura de amalgamas (protocolo IAOMT).
– Terapias regenerativas (ozonoterapia, láser de diodo).
– RNO (Rehabilitación Neuro-Oclusal) para reeducar la mordida y mejorar la postura. RMR ( Rehabilitación Masticatoria Respiratoria)
– Aparatología funcional que estimula el desarrollo facial (muy usada en niños).
– Enfoques basados en la dentosofía, que integra lo emocional en el tratamiento bucal.

¿Qué beneficios ofrece la odontología biológica?

– Migrañas crónicas o cefaleas tensionales.
– Bruxismo o rechinamiento nocturno.
– Problemas de postura y dolores de espalda o cuello.
– Maloclusión (mala alineación de los dientes).
– Ronquidos, Apnea del sueño y trastornos respiratorios.
– Sensibilidad a metales pesados o materiales dentales.
– Niños con retraso en el desarrollo orofacial, alteraciones del sueño o del lenguaje.

¿Pueden mejorar o desaparecer las migrañas con la odontología Biológica? 

Numerosos estudios relacionan la oclusión dental (es decir, cómo encajan los dientes) con la aparición de migrañas. Un desequilibrio en la mordida puede afectar a la musculatura del cuello y la base del cráneo, provocando dolores de cabeza recurrentes.

Un artículo publicado en The Journal of Headache and Pain (2019) señala que “las disfunciones temporomandibulares están asociadas con cefaleas crónicas, y su tratamiento mejora significativamente la frecuencia e intensidad del dolor”.

La RNO, aplicada desde la odontología biológica, trabaja estos desequilibrios con aparatología funcional no invasiva, ayudando a aliviar cefaleas y mejorar el bienestar general.

La importancia de la respiración nasal en el desarrollo cerebral

La odontología biológica también se preocupa por la respiración nasal, clave en el desarrollo infantil y el bienestar adulto. La respiración bucal se asocia a:

– Deficiente oxigenación cerebral, que pueden desarrollar síntomas que se confunden con el TDAH en niños.
– Trastornos de sueño, como bruxismo, ronquido, apneas…
– Alteraciones posturales.
– Mayor riesgo de caries, halitosis y alteraciones maxilofaciales.

 Según la neurocientífica Natharez Castellanos, la respiración nasal es esencial para el desarrollo adecuado del cerebro: «Los niños que respiran por la boca tienden a mostrar menor rendimiento cognitivo, peor calidad de sueño y alteraciones del estado de ánimo”.

En la Clínica Dental San Isidro, integramos estudios de sueño, postura y respiración en el diagnóstico, para abordar de raíz estos trastornos.

¿Qué es un estudio funcional en odontología biológica?

Un estudio funcional es una evaluación profunda que busca entender cómo funciona el sistema estomatognático (boca, mandíbula, músculos, articulaciones, lengua y respiración) en relación con el resto del cuerpo.
A diferencia de una revisión dental convencional —centrada en caries, encías o piezas dañadas—, el estudio funcional analiza cómo se comporta el cuerpo al masticar, respirar, dormir o mantener la postura.

Desde la odontología biológica e integrativa, se entiende que la boca no es una estructura aislada, sino una puerta de entrada al organismo, y que alteraciones funcionales en esta zona pueden tener repercusiones en la postura, el sueño, la digestión o incluso el equilibrio emocional.

¿Qué incluye un estudio funcional en adultos?

En adultos, el estudio funcional suele ser muy completo y personalizado. Incluye tanto pruebas clínicas como observaciones posturales, respiratorias y musculares.
Estos son los aspectos que normalmente se evalúan:

1. Análisis de la mordida y la oclusión

Se observa cómo encajan los dientes entre sí y cómo se mueve la mandíbula.
Una mordida desequilibrada puede generar tensión muscular, dolores de cabeza, problemas cervicales o incluso bruxismo.

2. Evaluación de la articulación temporomandibular (ATM)

Se analizan los movimientos, sonidos articulares, desviaciones o bloqueos.
La disfunción de la ATM es uno de los principales motivos de tensión cráneo-cervical y está muy relacionada con el estrés y el sistema nervioso autónomo.

3. Valoración de la postura mandibular

Se estudia la posición mandibular, si hay mordida cruzada y su observación visual en las repercusiones en la alineación del cuerpo, ya que la mordida influye directamente en la postura (y viceversa).
A menudo se observa la relación entre la posición mandibular, la masticación unilateral ( por un solo lado) un ojo más caído, ojo vago o incluso la pisada.

4. Estudio de la respiración y la vía aérea

Se evalúa si la respiración es nasal o bucal, su profundidad y ritmo.
La respiración bucal crónica puede alterar el desarrollo facial, generar sequedad oral y afectar el descanso nocturno.

5. Evaluación muscular y neuromuscular

Mediante palpación o dispositivos específicos, se analiza la tensión de los músculos masticatorios, del cuello y la cara, detectando posibles compensaciones.

6. Estudio del sueño y ritmos circadianos

En algunos casos, se incluye una valoración del descanso, los hábitos nocturnos y la calidad del sueño, especialmente si hay sospecha de bruxismo o apnea.

7. Revisión de materiales y biocompatibilidad

En la odontología biológica, también se valora la presencia de metales, amalgamas u otros materiales que puedan generar desequilibrios eléctricos o inflamatorios en el organismo.

8. Análisis emocional y de estrés

Al tratar al paciente como un todo, se exploran los niveles de estrés, ansiedad o tensión emocional, que pueden influir en la musculatura orofacial y en la función mandibular.

Estudio funcional en niños: enfoque del desarrollo

En odontopediatría biológica, el estudio funcional tiene un propósito adicional: acompañar el desarrollo armónico del niño.
Más que detectar problemas, busca prevenir alteraciones futuras del crecimiento facial, respiratorio y postural.

Los aspectos clave que se evalúan son:

1. Respiración y desarrollo orofacial

Se observa si el niño respira correctamente por la nariz, si tiene obstrucción nasal o tendencia a mantener la boca abierta.
Una respiración bucal prolongada puede afectar la forma del paladar, el crecimiento mandibular y la posición de los dientes.

2. Succión, deglución y fonación

Se estudian los patrones de deglución (cómo traga) y pronunciación, ya que un mal hábito (como empujar la lengua o mantener el chupete demasiado tiempo) puede alterar la mordida y la musculatura facial.

Valoración del frenillo lingual limitante o disfuncional que impida la correcta colocación de la lengua dificulta el resto de cadenas musculares.

Valoración de las amígdalas.

3. Postura mandibular y equilibrio

Un desajuste postural temprano como puede ser una mordida cruzada o la masticación unilateral de un solo lado, puede afectar al desarrollo facial del niño, el desvío del desarrollo mandibular a un lado, que pueden derivar en asimetrías faciales que de adulto solo se corregirán con cirugía, o incluso desviaciones de la columna y provocar síntomas que puedes afectar al rendimiento escolar por fatiga muscular o falta de oxigenación adecuada.

4. Hábitos orales y bruxismo

Se analiza si el niño aprieta o rechina los dientes, si hay succión digital o mordida de objetos, para intervenir de manera suave y educativa.

5. Desarrollo dental y erupción

Se revisa el recambio de dientes y la relación entre el crecimiento facial y la erupción dental. El estudio funcional ayuda a determinar si el desarrollo es equilibrado o requiere acompañamiento.

6. Sueño y ritmos circadianos

Cada vez más estudios muestran que los niños con bruxismo o apnea infantil presentan alteraciones del sueño y desincronización de los ritmos circadianos. Por ello, se revisan los hábitos de sueño, exposición a pantallas y calidad del descanso.

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Nuestro objetivo es prevenir antes que intervenir.
Detectar desequilibrios en la función masticatoria, la respiración o la postura permite actuar de forma temprana, con tratamientos más conservadores, respetuosos y duraderos.

Al integrar la visión biológica y emocional del paciente, se consiguen resultados más estables y coherentes con la salud global.

Odontología Biológica Alcalá